El circuito de Spa-Francorchamps recibe este fin de semana el circo de la Fórmula 1 tras un mes de descanso. Fernando Alonso con 164 puntos será el objetivo a batir por parte de sus perseguidores: Mark Weber (124), Sebastian Vettel (122), Lewis Hamilton (117) y Kimi Raikkonen (116). Pilotos y escuderías afrontan la recta final del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 con un intenso calendario que tiene su meta en Brasil, el 25 de noviembre. El piloto de Ferrari tiene una ventaja de 40 puntos sobre su inmediato rival, el australiano Mark Weber. Los circuitos que quedan para completar el mundial son complicados, en especial el que se disputa este fin de semana en Bélgica. A pesar de la ventaja de Alonso sobre el resto de sus rivales y la regularidad exhibida por el asturiano en los primeros once grandes premios, nada hay decidido a falta de nueve carreras donde el de Ferrari deberá seguir con su constante trabajo si quiere llegar el primero al éxito final. El Gran Premio de Bélgica se disputa en un circuito tan espectacular como difícil. A la complicada configuración de sus diecinueve curvas (10 de izquierdas y 9 de derechas) caracterizadas por la exigencia y la alta velocidad, se ha de añadir la climatología de la zona y sus consecuencias sobre el asfalto de Spa-Francorchamps. Parte del circuito puede estar seco, y la otra parte mojado, en un largo trazado de algo más de siete kilómetros. Por lo tanto, la adaptación de los pilotos al asfalto es fundamental para tener éxito en esta carrera, donde la aerodinámica de los monoplazas tiene una importancia vital.
El trazado belga es el segundo más rápido del mundial tras Monza. El 72 % del circuito se hace pisando al máximo el acelerador, por lo que la potencia de los motores es fundamental si tenemos en cuenta que en dos zonas se pisa a fondo durante más de 20 segundos. De vital importancia para la salida es la configuración de la primera curva, La Source, un giro a la derecha muy complicado que ha sido a lo largo de la historia escenario de numerosos incidentes y toques. Fernando Alonso aún no sabe lo que es ganar en Spa-Francorchamps. El ganador de la carrera del 2011 fue el alemán Sebastian Vettel. Lewis Hamilton obtuvo la victoria en el 2010. Mikel Schumacher, que celebrará su carrera número 300 en Bélgica, ha conseguido seis victorias en el trazado belga, y Kimi Raikkonen cuatro.
La igualdad que se presupone entre pilotos, aumenta las posibilidades a los apostantes para percibir que hay bastantes favoritos viables. Los “libres” de mañana viernes pueden despejarnos algunas incógnitas y, sobre todo, la qualifying del sábado ya nos marcará las pautas, que aunque no sean definitivas darán pistas mucho más concretas de cara a la carrera del domingo. Antes de que los motores empiecen a rugir, el favorito es Lewis Hamilton. Su victoria se paga a 4×1. La de Vettel A 5X1, y Raikonen aparece en tercera posición entre los más apostados: 5’5×1. La victoria de Alonso supone un 7×1. Y después ya encontramos a Webber, Button y Grosjaen, cuyos triunfos se cotizan a 10×1. Si queremos buscar sorpresas razonables, aunque en mundo de la F1 todo es posible, se podría poner algún euro a dos pilotos, que esta temporada ya saben lo que es subir a lo más alto del cajón. Que repita Nico Rosberg tiene una recompensa de 34×1, y que lo haga “Pastorcito” Maldonado supone un nada despreciable 101×1. Por cierto, los meteorólogos no se ponen demasiado de acuerdo en la predicción del tiempo, aunque existe riesgo de lluvia, sobre todo sábado y domingo cuando estén “volando” los monoplazas.